Camino por la arena intentando ser parte de ella y pensando que si lo hago lento y liviano, esta no lo notara y me lo permitirá.
El contacto con el agua es delicioso, una caricia constante de un amante delicado que te deja marchar sabedor de que siempre volverás.
Es mi santuario, donde pierdo noción de todo y en donde dedico mi tiempo mi mente y mis sueños a jugar y explorar los rincones que me quieran mostrar.
Relajada y lánguida escucho mi móvil debajo de mi. Estoy tentada de no cogerlo, para no romper la danza de la barca que me sostiene, pero una vez más me puede la impaciencia y cedo a la curiosidad.
" no busques, no te envié nada...."
Mi cuerpo se tensa por segundos al leer ese escueto mensaje y con un movimiento imperceptible localizo el motivo de mi repentina tensión allá en la casa que hace un momento estaba vacía.
Muerdo mi labio inferior en un intento de frenar la sonrisa que me delataría de estar frente a él y sustituyéndola por una mirada felina respondo."Mal
Muy mal... Así no se mantiene una amistad..."
La lanza está clavada a mitad del camino que nos separa. Yo sé que me miras ... Y tú, sabes que te siento. Cada cm de piel siente esos ojos que en deliberada lentitud recorren mi cuerpo a su antojo y me deleito en mis movimientos para castigarte por acceder a el estando prohibido.
Y claro que te huelo... Siento hasta tus pestañas acariciarme en ese trayecto que han hecho hace un momento. o seguía siendo la brisa?
Hora de volver.... Pasaré ante ti sin mirarte, juegas a depredador semi escondido y yo presa ágil me divierto pasando ante tus fauces provocando aún más que afiles tus colmillos pensándome....
Mañana más le susurró al aire y sabiendo que te lo hará llegar, dejo por fin salir esa sonrisa que comenzó con el sonido de un móvil
No hay comentarios:
Publicar un comentario