sábado, 21 de marzo de 2015

SILENCIO



Y dejar que el silencio se adueñara de mi mente, seria de nuevo mi perdición.
 lo sabía y lo temía.
 Pero como otras veces cuando llegaba nada se podía hacer.
 Arrasaba a su paso todo lo que encontraba dejando en su lugar, a la  Nada.
Perdición absoluta de mi voluntad y esencia, 
ahora derrotada por ese que en su invisibilidad, 
aprisiona y destruye lo hasta ahora creado.
Vacía y sin esperanza de un mañana,
 me dejo llevar por las horas,
que en su trayecto me acompañan con sus segundos,
 recordándome cuan largo es un minuto sin ansias de futuro
 y como de eterno es un instante cuando no esperas nada.


FIN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario